La tarima maciza es un suelo de madera natural formado por tablas macizas de madera machihembradas con largos de hasta 2.500 milímetros, anchos de hasta 180 milímetros y gruesos de 14 a 22 milímetros.
La tarima maciza puede ser suministrada barnizada, aceitada o sin barnizar, variando ligeramente sus características y modo de presentación según esté acabada o no. Generalmente, en el caso de las tarimas macizas ya barnizadas o aceitadas en fábrica los largos son algo inferiores a las tarimas en crudo, y siempre llevan un microbisel a los cuatro lados.
Estas tarimas pueden ser instaladas directamente sobre el suelo, encolando la tarima con una cola de poliuretano a una base resistente y nivelada, para posteriormente proceder al lijado o acuchillado, masillado y barnizado de la madera y dar el acabado final a la tarima, realizándose todo este proceso de forma artesanal.
También es posible instalar la tarima maciza sobre rastrel, clavándola a unos rastreles de pino o madera tropical previamente colocados y nivelados. En el caso de las tarimas macizas acabadas en fábrica se aconseja su instalación encoladas al suelo.
Somos especialistas en tarimas y trabajamos con tarima maciza OAK1 de roble y fresno y tarima maciza Gurepark de otras maderas y acabados.